top of page

Nace Vilches Indie Spirit Books

2015, el año que acabamos de despedir, ha resultado un año intenso. Un año de maletas de ida y vuelta; un año de nuevos paisajes, de contrastes, de caos y color. Un año de elecciones complejas (que no necesariamente difíciles), de esas cuyas consecuencias sacuden de tal manera la realidad que ya no vuelve a ser la misma. Un año, también, de transformación, suma y adaptación.


Quizá fruto de todo eso haya sido la necesidad de reflexión. Un periodo reflexivo en el que se mira hacia atrás y se constatan los logros conseguidos, pero también se observa el horizonte y se traza una ruta que pase por cimentar bien lo que se tiene. En este orden de cosas siempre he estado dándole vueltas a la dispersión de los espacios webs que, de una forma u otra, a lo largo de estos años de camino se han ido creando. Encontrar una conexión para esos espacios se ha mantenido como una constante no resuelta durante mucho tiempo.


También uno piensa en qué quiere conseguir. Cuál es el horizonte lejano de lo que hace. En mi caso siempre ha estado en el saber adecuarme y adaptarme correctamente a los cambios que, observados con la mayor emoción, se están produciendo a nuestro alrededor: este auge de las redes sociales, de la cercanía virtual en la lejanía física; este mundo jamás tan conectado como hasta ahora... y cómo todo eso afecta a las vidas de las personas, sus hábitos y, cómo no, a un oficio, el de escritor, que parecía haber quedado a salvo de las ingerencias de los cambios.


Creo fírmemente que la nueva ola de cambios sociales está