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LOS
FÉLIDOS

-CONTENIDO EN ESTA SECCIÓN-

ORIGEN
ASPECTO FÍSICO

VARIEDADES RACIALES

Los Leox o Lex (Variante leónida)

Los Ars (Variante Tígrida)

Los Seer'aan (la variante moteada)

Los Ista'a (Los oscuros)

CULTURA Y SOCIEDAD
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ORIGEN DE LOS FÉLIDOS

Félidos en las Fuentes

La raza de los Félidos responde a una enorme variedad de felinos antropomorfos que han desarrollado una floreciente y rica cultura especialmente en geografías desérticas, de sabana y pradera, y ocasionalmente en costa y jungla, del extremo sur continental. Su origen no está claro, aunque cada vez hay más evidencias de que no responden a un patrón evolutivo natural, como parece la tendencia en la mayor parte -si no la totalidad- de las especies inteligentes de animales antropomorfos, o si se prefiere de hombres-animal.

 

Los félidos están ausentes de las fuentes y la Tradición, por lo que su origen no puede rastrearse ni siquiera a través de ecos en el folklore. Los félidos tienen una religiosidad shamánica, coloreada por un pequeño panteón de dioses antropomorfos similar al que reconoceríamos como el egipcio. Es decir, ven el mundo natural alrededor, que deifican, proporcionandole físico y atributos humanoides. Algunos de estos dioses son felinos, por lo que no son más que la deificación de su propia especie. Con todo, los félidos recurren mucho más a la creencia espiritual conectada con las fuezas de la naturaleza, los ancestros y la tierra. 

 

Sus tradiciones y folklore hablan poco de su origen, por lo que es difícil rastrearlo desde ahí. La única cuestión que puede servir de base para teorizar está en la raíz de su base cultural y social. Los félidos tienen la vaga idea ancestral, reflejada en sus tradiciones, que en origen fueron un pueblo disperso, que vagaban solos, abandonados a su suerte. Poco a poco se fueron encontrando y se reunieron en manadas. Estas manadas se juntaron y formaron al gran pueblo de los félidos. 

 

Estos mitos y leyendas, numerosos y complejos, parecen apuntar en la dirección más actual sobre el origen real de esta raza, que no revelaremos aquí. 

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ASPECTO FÍSICO

Notas genéricas

Desde el punto de vista físico, los Félidos son unos privilegiados. Sus variantes anatómicas van a depender de las características generales de su subespecie, pero todos ellos guardan algunos parámetros comunes.

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Su arquitectura general es la de un felino antropomorfo de proporciones anatómicas correctas. Esto es: cuerpos humanoides, erguidos sobre las piernas que presentan cabezas de rasgos animales, en este caso, felinos. La mayor parte de ellos conserva pelaje corporal propio del felino, donde conservan los patrones de pigmentación y coloración típicas de su subespecie.

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Su estatura es muy superior a la de humanos o elfos, quedando su media sobre los dos metros de estatura. Las subrazas Seer'aan más pequeñas rara vez bajan del metro ochenta, mientras que las subespecies más grandes, como Leónidas y Tígridos es habitual que superen la media.

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Esta estatura suele venir acompañada de un desarrollo muscular paralelo a la especie de felino del que derivan, por lo que sus miembros son especialmente fuertes y rápidos. También conservan los sentidos aguzados propios de los grandes felinos. Vista excepcional, incluso en la noche, un olfato finísimo y un oído sensible y agudo.

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Anatómicamente hablando, el grado de antropomorfismo difiere de unos individuos a otros, incluso dentro de una misma variante. Esto supone algunas diferencias en las formas de manos o pies, que puede acercarse o distanciarse del prototipo humano, perdiendo o conservando garras, por ejemplo.

Aunque lo normal es que conserven la cola, algunos ejemplares presentan ausencia. Ocurre lo mismo con el pelaje corporal. La tendencia común es que conserven todo el pelaje corporal pero algunos ejemplares puede presentar piel sin pelaje en zonas de pecho o abdomen, junto con zonas de transición donde el pelaje es mucho más corto de lo habitual. A excepción de los leónidas macho, que siempre presentan la característica melena, el resto de las especies puede tener o no cabellera de tipo humano. Este rasgo es sumamente aleatorio y se da tanto en machos como en hembras de todas las subespecies.

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Las hembras suelen presentar el dimorfismo sexual típico de los humanos y elfos, haciendo que las hembras félidas presenten menor media de tamaño y corpulencia física en comparativa con sus machos.

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Variedades Raciales de los Félidos

Los Félidos se distinguen y jerarquizan entre ellos a través de la pigmentación de su pelaje. Presentan una jerarquización no rígida, basada en tendencias y no establecen ningún tipo de segregación social. En pequeños grupos familiares o tribales hay tendencia a encontrar agrupaciones del mismo tipo de pelaje, pero donde los félidos han establecido asentamientos o ciudades más grandes, estos grupos se suelen mezclar socialmente entre ellos sin ningún tipo de problema, estableciendo habitualmente grupos tribales mixtos.

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Estos cuatro grandes grupos son, los Leox -o Lex- comunmente llamados Leónidas por resultar versiones antropomorfas del león. Los Ars, los rayados, también llamados Tígridos, por resultar versiones antropomorfas del tigre. 

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Le siguen los Seer'aan o moteados. Esta variante agrupa una mayor diversidad de formas felinas caracterizadas por su pelaje moteado. Por ello también presenta mayor variedad de físicos, arquitectura facial y proporciones en general. El subgrupo más representativo es el de los Leopardinos

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Por último, los sagrados Ista'a, los melaníticos , de pelaje oscuro aunque entre ellos se integra el extremadamente inusual grupo albino. Son considerados manifestaciones carnales del poder de la naturaleza, elegidos y distinguidos del resto para servir de conexión con los dioses y espíritus. De ahí que también se les llame "los serviles".

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Los Félidos Leox -o Lex-
La Variante Leónida

Los Leox o Lex son la variante león, por lo que habitualmente son conocidos como leónidas.

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Anatómicamente presentan formas humanizadas con rasgos propios de león o leona. Los machos de la especie siempre lucen su característica melena y las hembras, a pesar del dimorfismo sexual, resultan las hembras más fuertes de todas las félidas.

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Esta subespecie está asociada con el liderazgo y suponen una suerte de aristocracia felina. Es habitual encontrarlos al mando de sociedades, tropas, negocios y diplomacia. Parecen ejercer una natural autoridad y conseguir el respeto de sus semejantes. 

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Pese a no ser los más numerosos, sí son los más representativos de su especie. Si alguien se ha tropezado alguna vez con un félido fuera de sus territorios, no lo olvida; pero si lo ha hecho con un leónida, su imagen, probablemente ha quedado marcada a fuego.

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Dentro de su sociedad es habitual encontrarlos en puestos de mando y autoridad, pero también al frente de negocios, en altos puestos administrativos y como oficiales al mando de tropa. Fuera de sus territorios se los puede encontrar como embajadores y esta es la razón principal por la que muchos asocian a los leónidas con el conjunto de los félidos. En este trabajo de "embajador" se incluyen las tareas de delegados comerciales, especialmente al mando de líneas caravaneras y como jefes de caravana.

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La subespecie Leox es especialmente orgullosa y va a ser extraño encontrarlos trabajando como mercenarios o guardaespaldas, especialmente en el mundo humano. Lo que es menos extraño, normalmente entre los machos leónidas, es encontrarlos como viajeros, aventureros o exploradores solitarios. Al ser también la casta dirigente suelen tener mejor acceso a un mayor nivel de educación, por lo que no es tampoco extraño encontrarlos como libreros o expertos en ciertas áreas de conocimiento.

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Los Félidos Ars
La Variante Tígrida

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los Ars son la variante tigre de la especie y aunque se suele referir a ellos con el genérico félido o incluso con el inapropiadamente extendido leónida, su variante es considerada la Tígrida, por lo que su nombre correcto es Tígridos.

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 Los Tígridos son los músculos de la sociedad Félida. Es la variante física de mayores medias de estatura y corpulencia por lo que lo normal es encontrarlos en tareas de defensa. Los tígridos están especialmente adaptados para la batalla y suponen ser oponentes más que formidables por individual. 

 

Enfrentarlos en grupo es un desafío formidable. Por esta razón muchos tígridos encuentran su lugar dentro de la civilización humana imperial como protectores, escoltas de renombre, o el mercenariado de élite. Su simple presencia desinhibe de intentar buscar problemas. En un uno contra uno, rara vez un tígrido encuentra un rival a la altura, a menos que este sea otro tígrido; y esto es aplicable a sus hembras.

 

En su sociedad, los Tígridos son los defensores de élite, la infantería pesada, la guardia pretoriana, los jefes de seguridad privada... y es en estos mismos puestos donde puedes encontrarlos fuera de sus territorios, donde sus habilidades se cotizan caro, para bolsas lo bastante abultadas como para permitírselo. Eso sí, el que pueda pagar un guardaespaldas Tigre o una escolta tígrida se sabe a salvo de la mayoría de los problemas. 

 

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Los Félidos Seer'aan
La Variante Moteada

 

 

 

 

 

 

 

En la pirámide jerárquica de la sociedad Félida, los leónidas ocupan la cúspide dirigente y los Tígridos el segmento defensivo. Son los Seer'aan, los moteados, los que cubren la base trabajadora.

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Los Seer'aan, son un grupo compuesto por las variantes moteadas de pelaje, por lo que resultan de un estrato mucho menos homogéneo que los anteriores, con algunas características que no son aplicables a todo su conjunto. Ellos cumplen las funciones que usualmente el resto de variantes no ocupan. Ellos son los artesanos, los mercaderes, los campesinos y pastores.... pero ello no los limita ni los convierte en una casta servil o menospreciada, justo al contrario: ellos son la savia de la sociedad félida, su sangre; y tanto leónidas como tígridos se esfuerzan por simplificar y facilitar sus tareas.  No solo nadie considera a los moteados la clase inferior, sino que de algún modo resulta la casta favorecida por las anteriores. No es extraño que un grupo de Seer'aan pastores integre a defensores tígridos costeados por la autoridad leónida local. Todos se benefician en esa estructura. 

 

La subclase Seer'aan está compuesta por una variedad enorme de linajes menores de entre los que destacan especialmente los tres más numerosos y representativos, Leopardinos, Guepardinos y Linces; esta última suele integrar en ella a la inmensa mayoría de linajes menos habituales.

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Los leopardinos son la subclase más versátil. No son tan fuertes como los tígridos o leónidas, pero son más fornidos y pesados que el resto de moteados, por lo que son muy aptos para todo tipo de tareas. En el ámbito defensivo suponen la verdadera espina dorsal componiendo las filas de infantería ligera. Quienes no pueden costearse defensores Tígridos suelen recurrir a ellos. Las tareas pesadas, las que requieren especialmente de una constitución recia y de un esfuerzo prolongado, como la carga, transporte, la construcción, suelen estar en su rango de actividades usuales. Ellos son los trabajadores por excelencia.

 

Guepardinos y Linces son ágiles y rápidos. Compensan con unos sentidos extraordinariamente agudos la falta de fuerza física como la de tígridos o leónidas o del aguante leopardino. Ellos son el cuerpo auxiliar tanto de las tareas sociales como militares. En lo social, cumplen la mayor parte de las tareas de servicio y asistencia. Expertos arqueros, se integran con este rol en la defensa. Son rastreadores y exploradores de élite. Ambas áreas les hacen también ser espias o asesinos invaluables.

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Los Félidos Ista'a
La Variante Oscura

Los individuos afectados por melanismo o albinismo tienen especial consideración en la sociedad por su rareza (extrema rareza en el caso del albinismo). En una sociedad que se jerarquiza por el color del pelaje, esto no podía ser de otra manera. 

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El melanismo (pelaje completamente negro) afecta especialmente a los Seer'aan, sobre todo a los leopardinos y en particular a las hembras. Esta subespecie es la que mayor número de ejemplares Ista'a produce.  Así, un Ista'a es cualquier félido melanítico, independientemente de su variante, aunque lo normal es que resulte una hembra leopardina melanítica y en menor proporción, un macho. Pero existen casos de tígridos y leónidas melaníticos que, en su caso, son considerados Ista'a, también. Dentro de su rareza, el melanismo, especialmente en los leopardinos es relativamente habitual. Uno de cada diez o quince cachorros leopardinos hembra puede presentarlo y en el caso de los machos uno de cada veinte o treinta ejemplares nace con este rasgo. En otras variantes la cosa se reduce bastante.

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El pelaje negro los convierte en individuos especiales. Los félidos asocian esta mutación de color en el pelaje a una singularidad de origen divino, entendiendo a la propia naturaleza como una divinidad. Es por esto que se les asume elegidos, señalados, destacados de entre el resto. La propia Naturaleza elige a los individuos que deben mediar entre el mundo de los Dioses, los espíritus y las fuerzas de la naturaleza y sus respectivas comunidades. Así, los Ista'a en realidad forman una suerte de casta sacerdotal con funciones extendidas como las prácticas de rituales shamánicas, vaticinios oraculares, ritos funerarios, mediadores y jueces. Son reverenciados y respetados por la comunidad y funcionan como cohesionadores sociales. Pueden estar asociados o no a capillas y altares locales (los félidos no construyen templos ni iglesias a sus escasos dioses), aunque lo normal es que deambulen libremente sin ataduras tribales, asistiendo a quien lo solicite. Viven de las donaciones generosas de sus congéneres que no necesitan excusa para ofrecerles asistencia, comida, techo o lo que necesiten. Tampoco es obligatorio pagar sus servicios, que suelen ser retribuidos con especies, no con dinero. Aceptan lo que se les da, aunque la sociedad félida es especialmente generosa con sus Ista'a, ya que nadie quiere quedar en deuda con los espíritus y las fuerzas.

 

Ser un Ista'a es un privilegio y una responsabilidad por lo que es muy raro encontrarlos fuera de sus atribuciones hacia la comunidad.

 

El Albinismo (pelaje completamente blanco) es extraordinariamente raro entre los félidos y más raro aún la supervivencia del albino. La endémica mortandad infantil en los félidos hace que la llegada a adulto de un albino ser muy infrecuente. La mayor tasa de albinismo superviviente la tienen los machos leónidas y tígridos.

 

Cuando nace un cachorro albino se suele entregar a los Ista'a locales que se encargan de su cuidado. Se le considera una manifestación viviente de la voluntad de la Naturaleza y tiene carácter sagrado. Si alcanza la edad adulta se le considera encarnación de la Naturaleza y se le trata como una divinidad o santidad viviente, como la expresión más pura del deseo de vínculo de la Naturaleza con esa comunidad. No tienen ningún tipo de poder político pero su existencia se interpreta como una bendición de los Dioses y las fuerzas naturales. Se buscan sus bendiciones y su beneplácito. La presencia o llegada de un albino a algún lugar ya se considera una bendición en sí misma. Dañar a un albino es el mayor acto criminal que se puede cometer en la sociedad félida y el único penado con la muerte, si ha sido un acto intencionado. 

 

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CULTURA Y SOCIEDAD DE LOS FÉLIDOS

La cultura y sociedad de los Félidos es avanzada y compleja a muchos niveles. Su horizonte tecnológico es alto: conocen y practican tanto la ganadería, la agricultura y pesca, que combinan con la recolección estacional y la caza ocasional. Conocen la minería, la metalurgia y la orfebrería. Son grandes comerciantes, conocen el derecho, la ley escrita, las artes y la literatura. Su estructura de gobierno es una hábil combinación de jerarquía piramidal con sociedad horizontal, en la cual las clases al mando tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad y bienestar de la comunidad, que se reúne en asambleas representativas para discutir y señalar los principales problemas y preocupaciones. Un líder de comunidad puede ser depuesto si no cumple sus funciones. La sociedad félida es pacífica, a pesar de su apariencia y de sus genuinas dotes para la guerra y la batalla. De hecho suelen servir de protectores a otros habitantes de sus comarcas, como por ejemplo los nómadas Nessÿ. No es extraño encontrar félidos en sus oasis y caravanas. Los félidos tienen naturaleza protectora y no se les conocen conflictos a gran escala ni entre ellos ni contra otras potencias. Si se les provoca, no obstante, pueden responder de forma contundente... y quizá sea este el motivo por el que nadie quiere provocarlos. Los félidos suelen mantenerse dentro de sus propias fronteras, pero no es extraño encontrar sus caravanas mercantes o sus delegaciones, normalmente mercantiles también en las ciudades de la costa sur y oriental del continente. Rara vez se les ve al norte del Cinturón. Allí donde residen en costa son buenos navegantes.

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Los félidos cultivan en las zonas de oasis y pradera, y domestican fauna local que pastorean. Sus manufacturas y excedentes, con los que comercian, suponen el 80% de los ingresos de su cultura.

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Los félidos tienen una religiosidad de tipo ritual shamánica-espiritual aunque ofrendan a un pequeño panteón de dioses. No levantan templos religiosos ni mantienen una ortodoxia religiosa férrea.

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Arquitectónicamente hablando sus materiales suelen ser adobe y estuco, con los cuales son capaces de levantar grandiosas y bellas ciudades, aunque su formato habitual de asentamiento es la aldea local. Algunos linajes mantienen vida seminómada.

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Socialmente hablando se vinculan en linajes, que son miembros con un vínculo sanguíneo, habitualmente de la misma variante. No obstante los félidos se funden en varios linajes estructurando manadas, estas manadas incorporan linajes interespecie. Cuando la manada supera el centenar de individuos o funde con otras manadas se puede hablar de tribu.

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El mayor problema al que se enfrentan los leónidas es la alta mortalidad infantil, lo cual ha determinado las relaciones y estrategias sexuales, que a su vez condicionan los patrones de relación y estructura de "familia", teniendo además un claro eco social. A pesar de que las hembras félidas tienen sus cachorros en partos múltiples, camadas de hasta ocho cachorros, estos no presentan el mismo grado de desarrollo al nacer. Los cachorros más debilitados no suelen cumplir el año de vida. Solo el 20% de la camada sobrevive hasta la adultez. La proporción de hembras es significativamente más alta que la de los machos, por lo que los machos están cotizadísimos. En este sentido los "patrones de apareamiento" rara vez instalan la monogamia característica de las especies inteligentes. Los machos suelen tener harenes de hembras, pero las hembras no están ligadas a ningún macho, por lo que pueden procrear con cualquier macho disponible. Esto hace que cualquier cachorro tenga claro su linaje materno, pero nunca el paterno. Esto produce  dos efectos claros: el primero es que todo macho que tuviera relaciones con una hembra con descendencia se atribuye esa descendencia, por lo que todos los machos implicados reconocen al hijo como suyo. Esto implica que el cachorro recibe múltiple asistencia. Por otro lado, el peso de lo femenino como garantía convierte a esta sociedad en una sociedad profundamente estructurada hacia lo matriarcal. El peso de las hembras leónidas no solo es clave, es la espina dorsal de la sociedad félida.

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