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La historia elige a su autor... y el autor a su público (pequeño homenaje a nuestros lectores) origi

Hace una semana, en una cena informal de amigos, Carlos Pacheco (si, el dibujante de Marvel y DC) nos hacía una confesión al hilo de una interesante conversación sobre el arte y los artistas. En casa de Javier, con la comodidad de las copas, Carlos aseguraba que el "Artista", sea del ámbito artístico que sea, elige a su público. Lo hace con el enfoque de su obra, con sus decisiones, con su talante y estilo, con la elección del género, matices, vocabulario, con la propia imagen que proyecta que atrae a un determinado público, para bien o para mal; así que esa elección no es baladí.


El autor elige al público que le sigue.


Una reflexión así, que parte de toda una autoridad en el mundo del cómic, es, sin duda, una de esas frases que te hace pensar y mirar lo que se lleva cosechado. Javier y yo lo hicimos. Miramos atrás y a ambos lados para ver qué tipo de público habíamos convocado... y lo que percibimos, lo que comprendimos en ese instante quedaba bien claro:


Hemos sabido elegir bien.

De hecho, no hemos podido elegir mejor.



Se llama Eugenia García.

Estudia en la universidad Pablo de Olavide, en Sevilla (España), Se confiesa rolera radical, lectora voraz y tiene, probablemente, los ojos grises más impactantes que haya visto nunca. Llega a través del Codex Apocalypse con una batería de preguntas sobre su lectura que me hace desde el chat de Facebook. Nos pasamos toda la tarde hablando sobre Historia del Mito y mil cosas más. Termina proponiéndonos asistir a unas jornadas de rol que su asociación piensa organizar en verano. Como es lógico, acepto encantado. El día de antes ni siquiera sabía que existía. De esto no hace una semana.


Ella ha sido la última en aparecer. La última lectora a quien la magia de este mundo interconectado al segundo nos permite, casi por arte de magia poner nombre, rostro, edad, lugar, incluso nos permite entrar de hurtadillas en su mundo y atisbar qué tipo de personas nos leen, nos sufren, nos comparten, nos hacen imprescindibles y dan autenticidad real y valor a lo que hacemos.


Elodia (Zaragoza)

La magia se repetía solo un fin de semanas antes. Se llama Elodia (Wolff). Trabaja en Fnac de Zaragoza donde Luis, Rómulo y éste que escribe firmaban ejemplares del Apocalypse. Es una italiana, criada en Canarias y afincada en Zaragoza, inquieta, vital, con una energía arrolladora, con una pulsión artística que deja sin aliento. También rolera, amante de las motos y los animales. Es compositora y lead vocal del grupo de ElectroGoth de influencia germana: My Beloved Dead. Ya tienen 5 discos y yo aún le debo respuesta a su último correo.



Motera también es Luna Tusky (Barcelona). Nos contaba que nuestra saga La Flor de Jade la había acompañado en la rehabilitación de una grave caída de la moto. La acompañamos en su segundo nacimiento, como nos decía. Luego pasó a leer Irene y nos amenazaba con ser implacable en sus "despiadadas críticas". Aprobamos el examen.






Algo similar ocurre con Jose Ángel Trancho (Palencia). Un colega historiador cuyo encuentro con nuestro trabajo también está ligado a una triste historia de hospital. Siempre se me seguirá poniendo la carne de gallina al leer sus confesiones y cada vez que me escribe me pregunta: "¿Te acuerdas de mi? Soy aquel chico que..."

Hay cosas que no pueden olvidarse.

Jose María Luque Luque (Barcelona) Es un cordobés afincado en Barcelona, por aquello del trabajo y de andar cerca de su pareja. Hemos coincidido en varias ocasiones en Barcelona y Madrid porque es de los que no dudan en hacerse kilómetros para asistir a una presentación o coincidir en algún salón.





En este sentido, guardamos en el alma los más de 400 km que se hacía Miguel Álvarez Bargueño para asistir a nuestras presentaciones y se remonta a las viejas ediciones de la Saga en papel. Es miembro de la Unidad Militar de Emergencias y ahora disfruta de destino en Canarias. Javier y yo ya no podremos quedar con él para tomarnos unas cervezas por Madrid pero sabemos que en su nuevo destino está como Dios. Te echamos de menos, Meridio.





De aquella distante época también es Sara Pomares. Una guapa sevillana que pasó buena parte de la tarde de un Salón del Manga en Sevilla charlando animadamen